viernes, 16 de agosto de 2013

La Catarsis de mi Mundo Imaginario


Se caen las tostadas por el lado sin mermelada.

Las sillas bailan al ritmo de la música, para cuando ésta se para, sentarse sobre el “n-1” de personas, siendo "n" el número de seres humanos totales sobre los que las sillas pueden sentarse.

La suma de ti y de mí da un número racional, con un sentimiento irracional de por medio era tarea harta complicada.

La luna me toca y me pregunta que para cuándo estaré lleno, para cuándo menguante y en qué momento me iré, dejando al astro brillante tras mi estela.

Las hormigas abandonan sus imperios clandestinos subterráneos y dominan la superficie a golpe de 6 patas. Las abejas por su parte a ritmo de Charlestone.

El tiempo se para de tal manera que los problemas se sitúan entre las aduanas espaciotemporales y unos extraños seres atricorniados que levantan una especie de barrera redonda fabricada con cáscaras de nuez. De nueces humanas.

Las gafas paran de esconder ajustadas miradas para desenvolver los ojos del terror más oscuro, del mismísimo Ángel Negro.

Los pobres viven. Los ricos no. Las putas cobran. Las monjas no. La muerte acaba. La vida no. Los huesos saltan. Cartílagos se rompen a ritmo de Fuck Buttons mientras dos sintetizadores se esfuerzan en no caer. La vida no.

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