lunes, 31 de marzo de 2014

Himno al amor propio

Hoy voy a decirte
que me quiero más que a ti,
yo que siempre he estado conmigo,
que intento hacerme feliz.

He decidido hacerme un poema
de amor verdadero,
he decidido dedicarme unos versos,
a ver si me quiero.

Y es que creo
que me lo merezco,
por hacerme heridas
y curarme al completo.

Porque como yo no hay nadie,
voy a escribirme un poquito,
que más vale pronto que tarde
para empezar a adorarme.

domingo, 30 de marzo de 2014

Beneficio dubitacional

No sé cómo el mundo se atreve a girar
como si nada hubiera pasado
ni sé tampoco por qué el reloj sigue haciendo tictac
contando segundos maniatados,
rotos,
deshechos
en micras de segundo.
No sé por qué sigue tronando
como si fuera invierno
ni sé tampoco por qué sigue lloviendo
cayendo gotas de las nubes,
rotas,
dispersas
en mi rostro marchito.
No sé por qué sigo preguntando
preguntas infumables
que ni el peor de los fumadores se fumaría
porque son peores que los cigarros,
mortales,
feroces.
Entonces ven y dime, ¿qué sé?
Si sólo sé que me duele dentro
pero no sé por qué
porque lo he enterrado.
Basta ya de preguntas, quiero saber
qué acabó pasando
qué me está pasando.
No quiero el beneficio de la duda
No quiero seguir dudando
Quiero poder vivir
sabiendo.
Socorro.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Mentiras por ceguera

Parece que no te das cuenta
que te estás engañando a ti mismo
que no te miento yo
que te mientes tú.
Parece que no te das cuenta, no
de que no soy un mártir con una cruz
porque nunca fui creyente
y ahora no creo ni en ti.
Parece que no te das cuenta
de que nadie volverá arrastrándose, y yo menos
porque nunca fui un gusano
y mucho menos ahora.
Parece que no te das cuenta, tú
que tanto presumías
que tanto me decías
que me querías
que me amabas más cada día
que el problema al final no era mío.
No te voy a mentir, me las apaño
sobre todo si un día vengo
y leo todas tus mentiras
todas las creencias de un ciego
que no quiere ver.
Realmente lo que pienso
es que eres tú el gusano
no por arrastrarte, ni mucho menos
sino por caer tan bajo
de ir por ahí a hacer daño,
de ir por ahí a decir mentiras.
Sigue engañándote y me olvidarás rápido
pero espero que algún día
remoto, lejano,
vengas y me digas: perdón.
Tendré que decidir entonces
si te mereces mi absolución.

Estrangulando al ahogo

He decidido matar las cosas que me hagan infeliz,
sin miramientos,
tengo balas.

He decidido volarles la cabeza,
que salgan volando las vísceras,
he reventado a la pena.

Les he pegado un tiro a algunos recuerdos,
jugué a la ruleta rusa,
jugué con el cargador lleno.

He rajado a lo malo,
he clavado cien puñales,
he abierto mil heridas,
y he visto tanta sangre...

He hecho autopsias cuando aún respiraban,
las he abierto por la mitad,
he buscado en lo más hondo,
he hecho daño al dolor.

Y es que he dado el paso,
voy armada hasta los dientes,
tengo munición de sobra.

Voy a asustar al miedo,
voy a apagar la luz,
voy a disparar al cielo,
espero que caigas al suelo.


sábado, 22 de marzo de 2014

El tiempo es un homicida cruel

Llevo días intentado escribir, 
y no me conformo con nada,
así como en la vida.

Quizá mi problema en ese caso es que soy demasiado frágil y no paran de romperme. Soy ese jarrón que alguien estrella contra el suelo para llamar la atención, una vez que me hace trizas se siente mejor, más aliviado, y luego intenta reconstruirme sin saber que hay trozos que a saber donde han ido a caer. 

Día 12

Ya nada puede salvarnos
Pasa el tiempo
El viento
El frío
Y tú no te das cuenta
Pero yo me congelo.
Ya nada puede salvarnos
Pasan los días
Las sonrisas
La alegría
Y tú no te das cuenta
Pero yo desfallezco.
Las cicatrices se curan
Y no quiero hablar de ellas
Porque acabarás siendo una
Y te curarás.
Las tormentas cesan
Pero, aunque salga el Sol
Y se marchen las nubes
Siempre habrá más.
Ya nada puede salvarnos
Pasan los días
Pasa el tiempo
Pasa la vida
Y tú te vas.

jueves, 20 de marzo de 2014

Esta vez gano yo

Tú:
como las pinceladas
de la Noche Estrellada,
tan rebeldes y precisas
tan bellas
y discontinuas
que me fascinan.
Como las vistas desde un psiquiátrico
me has vuelto loca.

Tú:
Como las cartas de Keats
como ser yo tu Fanny,
como recitar a medias.

Tú:
como las nueve musas,
con todas las artes
eres mi danza,
mi historia,
elegías y retórica,
mi épica, mi elocuencia.
eres mi tragedia y mi comedia,
astronomía, astrología,
eres mi música.
Eres Zeus al crearlas,
yo por suerte, tu Mnemósime.

Tú:
Como la pasión por la demencia
de todo gran artista
(tú me has vuelto insana)
Como las drogas y el alcohol
de grandes pintores y poetas
(me has vuelto adicta)

Tú:
que por ser tú
eres mi mejor apuesta.





lunes, 17 de marzo de 2014

insomnio #917231

y quisiera besarte
aunque sea lo último que haga,
o que tú me dejes hacer.

quiero enseñarte a volar por la ciudad 
creer en lunas pseudo llenas,
tararear a la tristeza,
con esa sonrisa
tuya y mía.
nuestra.

no vernos más, 
y vernos en sueños,
allí donde siempre me esperas
para que te recite la poesía que nunca supe escribirte, esa poesía que tú me enseñaste.

tú, vaya.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Poema muerto

Estoy sintiendo cómo me falta el aire
Cómo me ahogo
Cómo las lágrimas recorren mi rostro
Tumbado
Cómo me hundo en la cama
Cómo mis ojos lloran la almohada
Que un día olió a ti
Y ahora huele a mí
Roto
En mil pedazos.
Cada vez me falta más el aire
Pero no puedo gritar
Porque nadie me oye
Ni tú
Porque estás tan lejos
Tan, tan lejos
De mí
Que mi voz
Ahogada
Se pierde en el viento
Se rompe
En mil pedazos
Como yo.
Cada vez lloro más fuerte.
Me levanté
El frío rozó mis mejillas
Encharcadas
Como mi almohada
Como mi alma
Y no quise verme al espejo
No quise ver mi mirada
De necio
Por dejar que esto pasara
Por dejar que lo que no tuvo que pasar
Pasara.
Me tumbé de nuevo
Me atasqué en el tren
De mis pesadillas
En el que todo el mundo miraba hacia delante
Y yo iba de espaldas.
¿Dónde estás?
No dejes que me ahogue
En mis mil y una lágrimas
Que si las encerrase en un bote
Ahí tendrías mi alma.
Ahora mi cuerpo tiembla
Nota todos los reproches
Que un día nos dijimos
Y ahora me muero esta noche.
Y ya no sé cómo mirarte
Si ni siquiera puedo
Con estas lágrimas
Que ahogan mi cuerpo
Inerte
Herido
Y que yace muerto.

martes, 11 de marzo de 2014

Primavera sin flores

Nunca imaginé
Una primavera sin flores
Y aquí está:
No sólo no hay flores
No hay luz
Ni cielos azules.
Nunca imaginé
Un corazón podrido
Mas así es el mío
Por lo que estoy harto de sentir:
Culpa.
Todos tuvieron sus primaveras tristes
Y aquí llegó la mía
Una primavera vacía
Inerte
Otra vez.
Nunca imaginé
Que mi marzo fuese de otoño
Que mi marzo fuese de lluvia
Y de unos cuantos licores
Para mi culpa.
Nunca imaginé
Un corazón podrido
Menos en una esquina
En la que están tus recuerdos buenos.
Nunca imaginé
Que sólo hubiera flores
En aquél rincón de mi corazón
En una primavera como ésta.
Nunca imaginé
Que el sueño me abandonaría
Que no pensaría
Que no sentiría
Más que dolor
Otra vez.
Pero me atormenta la idea
De que fui yo
De que nunca me di cuenta
De que no soy de tu hemisferio
Y por eso, cuando tú floreces,
Yo me marchito
Yo me muero.

lunes, 10 de marzo de 2014

Segundas partes nunca fueron buenas.

Enamorarse por segunda vez
cuando ya habías perdido toda esperanza
debe ser como levantarse del coma
después de un intento de suicidio.

Menuda putada.

La misma mierda otra vez,
con mariposas distintas
y otros ojos a los que mirar con esperanzas de un futuro incierto.

Tener que volver a vivir lo mismo,
la segunda oportunidad,
con otro nombre
o con el mismo, quien sabe.

Como una copa encima de una barra en la que no has bailado,
como que te pidan jugar de repente a escondite,
como un primer orgasmo,
como una primera segunda vez.

La misma ilusión distinta,
ese instinto incontrolable de supervivencia.

Como ver tu cara desde la camilla del hospital,
esperando algo de mi,
las vías clavadas en mis manos,
como si me hubieran crucificado por querer más.

Como cuando en la cama te pido que pares y es lo último que quiero que hagas,
y esos valores que pierdo por la noche y encuentro por la mañana,
tú,
la vitamina B12 después del etílico.

La botella vacía,
la última copa.

El "¿porqué lo hiciste?" después del coma
la explicación que no quiero dar
tú.

Quítame la idea de suicidio de la cabeza.

Desvanecerse a las 00:18

Para cuando los colores pastel
se vuelvan oscuros
tú y yo habremos huido.

Cuando las hojas se caigan
(de nuevo)
y se apaguen la primavera y el verano
y el frío inunde las calles,
para entonces nos habremos ido.

Y para cuando las nubes lo cubran todo,
cuando tus pinceladas sean amargas
y mis versos breves,
para cuando no sepas qué decirme
y yo me calle.
Para cuando los silencios suenen
y nos duelan los oídos,
para cuando gritemos en silencio,
para entonces ya no estaremos en el mismo sitio.

Hemos corrido ya muchas veces
nos hemos corrido mirándonos a los ojos,
nos hemos marchado del peor lugar
y hemos llegado a nosotros mismos
a los mejores orgasmos.

Nos hemos ido a la vez,
y tú a mí
y yo a ti.
Así que quítate los zapatos que nos vamos,
quítate la ropa, que tenemos que salir corriendo.
Desnúdate, que tenemos que llegarnos.

lunes, 3 de marzo de 2014

Dame fuego y... cállate

Lo de que las drogas matan 
lo sabemos todos,
pero el amor más.
Y peor. 

Lo de que fumar mata
está escrito en cualquier sitio,
pero del amor
sólo se atrevió Sabina a decírnoslo.

Lo de que si bebes no conduzcas
no paran de repetírnoslo,
pero que hay accidentes por amor
eso, ni sale en la televisión.

Lo de que estudies una carrera
va implícito en nuestra adolescencia,
pero que te masturbes con mucha fuerza
nadie se atreve a admitirlo.

Que lo malo es malo,
y no podemos equivocarnos,
pero lo bueno que es malo,
nadie quiere aceptarlo.

sábado, 1 de marzo de 2014

Autodestrucción en pretérito imperfecto

Se escribió a sí misma un poema.
Se describió de dentro
hacia afuera,
se dejó la piel,
la sangre
y las venas.

Se escribió en un poema,
escribió el pasado,
dibujó con tinta todo lo malo.

Se escribió con delicadeza,
escribió cicatrices,
escribió rarezas.

Se escribió a sí misma en un poema,
cogió un mechero y quemó las hojas,
así convirtió en cenizas
todo aquello que nunca quiso.

Se escribió a sí misma en un poema
y lo llamó "autodestrucción poética".

Quemó su pasado,
quemó sus palabras,
desapareció entre el fuego
y empezó poemas nuevos.