domingo, 30 de marzo de 2014

Beneficio dubitacional

No sé cómo el mundo se atreve a girar
como si nada hubiera pasado
ni sé tampoco por qué el reloj sigue haciendo tictac
contando segundos maniatados,
rotos,
deshechos
en micras de segundo.
No sé por qué sigue tronando
como si fuera invierno
ni sé tampoco por qué sigue lloviendo
cayendo gotas de las nubes,
rotas,
dispersas
en mi rostro marchito.
No sé por qué sigo preguntando
preguntas infumables
que ni el peor de los fumadores se fumaría
porque son peores que los cigarros,
mortales,
feroces.
Entonces ven y dime, ¿qué sé?
Si sólo sé que me duele dentro
pero no sé por qué
porque lo he enterrado.
Basta ya de preguntas, quiero saber
qué acabó pasando
qué me está pasando.
No quiero el beneficio de la duda
No quiero seguir dudando
Quiero poder vivir
sabiendo.
Socorro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario