jueves, 30 de enero de 2014

La peli de las tres

Y entonces me declaré,
en medio de aquel beso
que derrochaba amor por todas partes.

Cuando dejó de besarla
me sonrió
y me dijo
no te vayas, en seguida estoy contigo.

Y aquí estoy,
sentada viendo mi vida
y en mi papel
una actriz de pacotilla.

Yo no escribí este guión
me lo han cambiado

¡CORTEN!


lunes, 27 de enero de 2014

"Voy a ser terriblemente fiel"

"Voy a ser terriblemente fiel"
le dijo la pluma al viento,
y se marchó con la primera brisa que la hizo perder el norte.

Hace días que veo a mi madre triste,
preocupada por el tiempo,
dice que va a llover,
que no hay dinero para paraguas,
que la última y nos vamos a casa.

Hace días que no vuelvo
a escribirte por las noches
porque no veo una mierda.

Y no es que me abrume la oscuridad,
es que estoy en tal penumbra que todo es luz
todo me ciega,
he perdido casi todo,
y me queda tanta esperanza
que no se que hacer con ella.

No paro de dejar un poco en cada barra,
de cada bar
de cada mala calle.

Donde los desconocidos se besan
y se hacen regalos,
y las caricias son esperadas
en cada esquina,
en cada sonrisa vertical.

He decidido aplicar la política de los anarquistas
y en esta república
todas somos princesas.

Siempre he dicho que lo mio es la demagogia,
y en este sistema sin presidente
quiero ser tu primera dama,
y la última.
Crucemos los dedos porque...

Te voy a ser terriblemente fiel

domingo, 26 de enero de 2014

Enciéndeme

Madrid está llena de ti.
De tus gestos, de tus pasos,
de nuestros momentos.

Madrid está llena de cosas.
De ti,
de mí,
de nosotros.

Madrid está llena de luces.
Y tú me enciendes como nadie,
y los rincones oscuros lo saben.

Madrid está llena de gente
que no sabe quién soy,
quién eres,
qué somos.

Madrid tiene atascos,
trenes rotos,
metros lentos,
luces fuertes.
Madrid nos tiene a nosotros.
Y tú,
tú me enciendes.





jueves, 23 de enero de 2014

L6

A veces 
ni el mejor
de los poetas
sabe que decir ni que escribir, 
cuando se tropieza con 
la sonrisa más bonita 
de todo un vagón de Madrid.

jueves, 9 de enero de 2014

Coma

Fue un golpe duro,
un choque frontal contra la realidad.
La colisión fue brutal, rompedora.
Fue rápida, atronadora.

Fue un golpe horrible,
de los que dejan secuelas.
Fue una despedida,
pero no de cualquiera.

Salieron volando los días,
rotos,
desangrándose los recuerdos,
heridos,
las horas diluyéndose,
desvanecidas.
Y ellos, ellos separados.

Quedaron huellas en las calles de aquel adiós accidentado.
El vacío, el silencio.
El frío y el invierno.
Y los ojos rojos.

Y un coma profundo
en su mente, por dentro,
un coma curable con el calor de sus manos.





domingo, 5 de enero de 2014

No todas las puertas del metro se abren por la izquierda.

Ahora todos los coches van en dirección contraria. Como si de un universo paralelo se tratara, todos los coches en circulación del estado se mueven por dirección prohibida. Todo ocurrió durante la noche de Reyes de un 2014 recién estrenado, aunque más que la noche de los niños parecía la noche de brujas. Sumida en la oscuridad, una fría Madrid mojaba tanto con su lluvia que penetraba en los huesos como con el frío húmedo que hacía lo propio. Las calles, vacías; los sonidos, huecos; los pensamientos, helados. Mientras caminaba por la calle me di cuenta del pluralismo de lo real, de la extravagancia de la existencia: ¿y si todo fuera una ilusión? Sinceramente, a mí no me extrañaría.
La humedad relativa del aire rozaba el 90%, y la temperatura era de unos 8º Celsius, aproximadamente. No había ni una sola luz en los edificios y, por supuesto, menos aún en las farolas. Todas las persianas estaban bajadas, y las cortinas echadas. Poco a poco, el invierno entraba en mí y me quemaba por dentro. Las gotas de lluvia eran tan finas que prácticamente eran inobservables, pero su presencia era notoria en mi cuerpo. Casi no me dejaban ver. 
Llegué a mi casa y lo primero que encontré fue un portazo de mi madre. Hoy todo el mundo me daba portazos. Mi casa, por cierto, no era una excepción: sus persianas también estaban bajadas, y sus cortinas echadas.
El mundo es ahora un mundo que ha perdido la ilusión. En el metro ya no hay gente, y todo está al revés. Qué cruel. Es como si, al sacar una cuchara del cajón, la miraras y te vieras reflejado en ella totalmente dado la vuelta. Es la crueldad. Como siempre, los reflejos. Y, por cierto, no todas las puertas del metro se abren por la izquierda.

miércoles, 1 de enero de 2014

post-resaca

La fragilidad de una mariposa volando a barlovento, el miedo de volver a lo mismo o al cambio, querer pararte un momento y odiar lo que estás haciendo. Caprichos y sin sentidos, decepciones y abismos, dignidad y taxis. A lo largo de mi vida he querido renunciar a todo aquello que no me hiciera feliz por lo que creía que sí, pero al final todo estaba mal, del revés. Tengo un temor abrupto de otorgarle la pasión a la imposible, de que me digan que no, está mal, es imposible. Porque al fin y al cabo nada tiene sentido, ni esto que estoy escribiendo por miedo a empezar a contarle mis penas a cualquier desconocido que creo conocer.

Necesito irme o volver, yo qué sé,

pero que alguien me salve de una vez,

porque me he perdido y no sé volver.