martes, 25 de febrero de 2014

En blanco

Esto es un poema en blanco
Esto no es más que un silencio.
                                                    Es  n a d a.

Esto podría no estar escrito, y llenaría lo mismo
incluso más
o menos.

Es un poema vacío,
lleno de versos.
Es un poema lleno 
con demasiado vacío.

Esto es un silencio largo,
un momento incómodo,
una mirada que se cruza en el metro
para ser apartada de pronto.

Esto es todo aquello que te incomoda,
todo aquello que me alegra.
Es todo lo que te rompe,
todo lo que me llena.
Esto es todo lo que quemé,
todo lo que no hay.

Esto es un poema en blanco.
Esto no es nada.
Esto fue todo.




sábado, 22 de febrero de 2014

Esto no es literatura/Vemos lo que queremos ver.

Como bien dice el título de la entrada, este post no es literatura. No, ni es poesía ni es un cuento. Sin embargo, voy a hablar de algo científico y empírico a la vez que abstracto. Voy a hablar de confundir lo real con lo irreal. Empecemos por el tejado. ¿Existe Dios? ¿Existen 11 dimensiones? ¿Existen los universos paralelos? ¿Lo infinito es infinito? En mi opinión no, sí, sí y sí (aunque me angustia la idea). Sin embargo, para un creyente la respuesta sería sí, no, no y sí (supongo). ¿Por qué cambia la opinión tan radicalmente de una persona a otra? ¿Es sólo cuestión de las formas de ver el mundo, la realidad? Si no podemos ponernos de acuerdo entre lo que es real y lo que no, ¿podemos acaso ceñir nuestro punto de vista a la realidad?
Demos, pues, una definición de qué significa la palabra real. Según la RAE: 
real1.
(Del lat. res, rei).
1. adj. Que tiene existencia verdadera y efectiva

Que tiene existencia verdadera y efectiva. Y para la gente que cree que Dios existe, que no es mi caso ¿tiene existencia para ellos verdadera y efectiva? ¿Efectiva? Achacar un acto fortuito a un ente divino es una conducta supersticiosa que, para más inri, más de uno diría que es estúpida si se usara en otro caso como puede ser creer que da mala suerte pasar bajo una escalera.
Pero ¿tiene existencia verdadera y efectiva la creencia de que el universo es infinito? ¿Tiene existencia verdadera y efectiva el suponer que existen hasta 11 dimensiones? Es posible que, como si fuera una moda pasajera, nos fiáramos más de la ciencia que de la religión. En la Edad Media era común la creencia de que el ganado moría por brujería y no por enfermedades que adquirían los animales. ¿Por qué nos fiamos más de una ciencia que nos aporta datos empíricos que de una religión que no los aporta? Para los cristianos, como ya dije, la religión aporta datos puramente empíricos. Para el resto de personas, no. ¿Son irreales los conceptos en los que basan su ideología?
irreal.
1. adj. No real, falto de realidad

Si para ellos no está falto de realidad, ¿por qué para los demás no?
En resumen, no podemos hablar de realidad. La realidad es variable, la irrealidad también lo es. Quién sabe si ahora mismo estáis soñando o estáis leyendo esto. Quién sabe si no estáis vivos sino muertos. A fin de cuentas, ¿quiénes somos nosotros para hablar de la realidad? Daos el beneficio de la duda. Y ahora... 1, 2, 3, despertad.

(Y ved este vídeo)

viernes, 21 de febrero de 2014

Autarquía emocional

No sé si esto es una declaración de independencia
de mi misma
o un relato de autodestrucción.

Cada noche te entrecruzas en mi cabeza
con tu nombre y el mío,
a punto de borrarse
y me das la pluma,
y me pides escribirte algo que los salve.

Pero las palabras se pegan en mi mente por salir navegando en tinta,
y antes de la meta
se han matado unas a otras.

Y no sé que hacer para que te quedes.

Mientras te vas dibujo hojas en el suelo
para adelantar el final del otoño.

Que ya se sabe que en primavera florece todo lo que se dio por muerto.

Como mis palabras,
que te buscan
y me encuentran en el mismo sitio donde me dejaste,
con la misma pluma
y el mismo folio,
y cuatro palabras que harán que te quedes conmigo para siempre,
y que yo me vaya.

En medio de ese folio cuatro palabras,
un "ya no te quiero".

Escrito a lágrimas y tiempo
escrito a besos tuyos con ella
escrito a los "espérame"
escritos a daño y hechos.

De mi puño y letra,
más para mí que para ti.
quédate tú que yo me voy
"ya no te quiero".

Me declaro en autarquía emocional.

                                                                                                Declaración de independencia, 21.Feb.2014

jueves, 20 de febrero de 2014

Queridos abuelos: deberíais ser eternos...

..si he aprendido algo en mi veloz vida, es que si alguna vez encontráis algo más poderoso que la palabra: huid.


Existen a menudo superhéroes que no son reconocidos mundialmente, no llevan antifaz, ni revolotean por encima de la ciudad. En cambio, éstos levantan el peso tan grande de la vida para que no les caiga a los demás, y nos salvan.


Ellos odian los médicos, porque jamás dicen nada bueno; les encanta madrugar para verse en cada despertar; odiar la navidad con sus árboles nevados; envejecer mientras ven Cuéntame; recolectar recuerdos y sembrarlos en el jardín; brindar con vino para celebrar fin de años; beber el café solo; detestar los aeropuertos y las fotos arrugadas; llorar sólo si nacen las lágrimas. Son carne de cañón, metáforas emergentes que salvan cualquier nación, confían en la luna y solo sonríen al sol si ven amanecer desde el salón. Un día unieron su dualidad, se prometieron amor y otras fechorías. A día de hoy no han derrotado a millones de villanos, pero con o sin capa siguen siendo unos verdaderos héroes.


Por este motivo,

he decidido asistir al parto de la eternidad para que sean pluma y papel.

martes, 18 de febrero de 2014

Espectros, infiernos y seres demacrados (Reflejos III)

Recuerdo perfectamente la noche en que vi un espectro. Aquél día empezó como otro cualquiera: un Sol arrollador de mediados de julio, un calor que te derretía el cerebro de mediados de verano y una sed degolladora eran las características de cómo me levanté. En resumen, un día cualquiera de verano. Los periplos que me proponía hoy consistían en seguir tirado en la cama durante toda la mañana y no hacer nada hasta que cayera la noche salvo comer, dormir e ir al baño cuando fuera necesario. El calor era tan sofocante que ahogaba cada célula que vivía en mí, y eso me quitaba las ganas de hacer cualquier cosa que conllevara esfuerzo físico y/o psíquico. Lo único que me apetecía era seguir en la cama.

Llamaron al timbre a eso de las 15. El cartero venía a dejar las cartas, tal como era habitual de la hora concernida. Fue una excusa para levantarme de la cama y ponerme a hacer la comida o el desayuno, según se viera. Bajé las escaleras que estaban totalmente a oscuras porque el Sol daba en el otro ala del edificio y abrí la puerta de mi caserón para que el cartero me dejara el correo en la mano. Sólo eran facturas. El cartero iba con el traje amarillo típico de la empresa. Se podía apreciar cómo le sudaban tanto la frente como las axilas, que empapaban la camisa de su traje, dejándola de un color amarillo ocre. Subí las escaleras y puse agua a cocer.

El agua empezó a hervir a eso de las 15:05 y fue entonces cuando eché los macarrones, dejándolos cocer dos minutos. En lo que cocían estuve leyendo Los renglones torcidos de Dios y escuchando Bring on the dancing horses, de Echo and the Bunnymen, pero poco tiempo tuve para ello. Después de comer aún tenía energías para dormir de nuevo.

En ese intervalo de tiempo soñé con el diablo. Vi el infierno con mis propios ojos oníricos, y la verdad es que no estaba tan mal. Se parecía a la Tierra, se parecía al lugar donde vivo. Los seres que lo habitaban no se parecían físicamente a las personas, pero su forma de actuar me recordaba terriblemente a ella. Morfológicamente hablando, eran más grandes que yo, mucho más delgados (a pesar de que yo peso 52kg) y el color de su piel era rojo tostado. Lo único que vi fue cómo unos fornicaban, como clavaban sus penes en sus ortos y en sus rajas. Otros en cambio se pegaban, aplastaban sus cráneos con sus pies en el suelo, destrozando salvajemente lo que parecía su sistema nervioso central. Sin embargo, no sentí ningún miedo, pues me sentí plenamente identificado con el mundo que me rodeaba, con el mundo real. Poco diferían los seres del infierno con los seres humanos incluso cercanos a mí, que salían de noche y se liaban los unos con los otros y se tiraban y follaban a todos los seres capaces de moverse. Yo caminaba por ese desierto humeante, más parecido al desierto de Alabama que a otra cosa. Intentaba llegar al borde de una colina porque podía distinguir desde lejos una figura extraña, parecida una silla. En el camino muchos seres me ofrecieron fornicar, mientras babeaban y se desquiciaban sin participar yo mismo en la conversación. Conseguí llegar impune a la colina y distinguí claramente el objeto que veía en la lejanía: era un trono con un cuadro flotante detrás. En él había un ser extraño a todos los demás que existían en ese desierto, en el infierno. Me acerqué y empezó a hablarme.
- Hola. Veo que has sabido llegar aquí- Dijo.
- ¿Quién eres?- Pregunté, sin establecer ningún tipo de contacto físico entre ambos y sin levantar una sola ceja de mi rostro.
- ¿Acaso no sabes quién soy?- Preguntó. - Soy el mismísimo diablo, el ángel caído, la maldad que habita en todas las personas de tu planeta. Estoy encerrado en este cuadro como castigo para ver todos los pecados que cometí, por alzarme al Santísimo y rebatir sus opiniones.-
Dí un paso atrás.
- Soy la belleza que existe en los ojos de las personas superficiales, ¡todas! Soy la lengua de aquellos que han lamido penes tan grandes como columnas vertebrales. Soy la garganta que ha gritado que no a todas las imposiciones del Estado. ¡Soy Satanás! ¿Me entiendes? ¿Lo entiendes ahora?
Esta vez, levante mi puño contra el cuadro y se partió en mil pedazos, pues no era un cuadro. Era un espejo.

Me desperté sudoroso y angustiado a las 20:37. Esta sería otra noche que no podría dormir, pero lo tenía merecido por hacerlo durante todo el día. Me puse unos vaqueros y una camiseta lisa blanca, cogí el paquete de Marlboro y me calcé. Salí a pasear. Una vez hube bajado las escaleras esta vez con la tenue luz del anochecer y hube abierto la puerta de mi casa, noté un refrescante soplido de aire fresco. Me había crecido tanto el pelo que se me caía el tupé a los ojos y tenía que estar peinándome constantemente. Fumé como un descosido un cigarrillo, con tanta velocidad que casi no me había dado tiempo a llegar al bosque donde iba a sentarme. Al final había acabado por cambiar mis planes de vaguear durante todo el día por dormir, tener una pesadilla y tener que salir a refrescarme con la noche de verano propuesta.
Una vez llegué al bosque, me senté en la tierra y esperé que anocheciera. El bosque estaba en un cerro a las afueras de mi barrio, cerca de donde yo vivía, por lo que era frecuente que bajara allí a despejarme cuando lo veía necesario. La tierra estaba mojada y los árboles secos, dando una sensación de artificialidad plástica vivida sólo en los sueños o en realidades de un día como hoy. Reflexioné. Quizás mi vida no valía la pena. No tenía nada, salvo mis sueños y papeles basura donde los plasmaba. Quizás estuviera muerto en vida. Quizás.

O, tal vez, yo era un fantasma. No un fantasma de cuento para asustar a los niños, ni tampoco un fantasma que asustaría a la gente, sino simplemente alguien que pasa desapercibido. Alguien que pasa tan desapercibido que se convierte en lo más vistoso para los demás. Como el Ángel Caído en el infierno.

Esa noche vi un espectro. Me vi a mí.

lunes, 17 de febrero de 2014

F e b r e r o

Tan cierto
como que los inviernos 
son para tomar café.
Como que las hojas 
se caen en otoño.
Que en verano
no hay quien aguante este calor.
Y que la primavera
sólo me altera a mí.

Tan cierto
como que un año
tiene 12 meses
365 días,
y hace 365,
te dije que te quería.
y desde entonces,
todos los días,
los 7 de la semana
te repito que te quiero,
y siempre decimos "hasta mañana"
aunque no podamos vernos.

Tan cierto 
como que el amor es ciego
como lo pintó Magritte,
y yo ya no veo nada más
que a ti.

Tan cierto
como que cada vez que te vas
te quedas.
Y cada vez que te vas
me llevas.
Y dejas todo tan lleno de ti
que no se si sigues aquí.
Has pintado las paredes
con tu nombre.
Has llenado las sábanas
con tu olor.

Tan cierto
como que tú 
y yo
ya no somos dos.
Somos un solo 
n o s o t r o s.

Tan cierto 
como que después de un año
sólo sé que queda lo mejor
que queda el resto.

Tan cierto
como que esto
es para toda la vida.

domingo, 16 de febrero de 2014

Los tomates de mi frutero

Sólo sé que no sé nada
Ni siquiera sé si pienso
Porque si yo pensara
No escribiría estos versos.

Sólo sé que no sé nada
Los tomates están en el frutero
La confianza en el tintero
Y los corazones en el cementerio.

Los tomates frutas son
Por eso están en el frutero
Porque semillas llevan dentro:
Son manzanas del amor.

Sólo sé que no sé nada
Aunque, teniéndolo más claro,
Sé que no pienso nada
Sólo porque si yo pensara
Todo el daño que hago no sería nada.

Y de nuevo, teniéndolo más claro,
Sé que soy un tomate.
Sí, soy un tomate
Porque, aunque esté en el frutero
Y tenga semillas por dentro
Y tenga un color bello
No soy dulce, ni mucho menos
Soy amargo al natural
y confundo a los demás
Pues mi color rojo fuerte
Y mi colocación en el frutero
Pueden hacer pensar
que soy dulce. Y algo más
Que soy sano
Y no lo soy.

Y ahora que te has dado cuenta
Recalco, que os habéis dado cuenta
De que engaño por dentro y por fuera
Me he quedado sin pulpa
Sin semillas
Y paso a mejor vida.
Porque ahora me di cuenta
De lo que dicen los sabios:
Que el tomate no es una fruta
Que el tomate no es verdura
El tomate es único
Pocos prueban su sabor
Y quienes lo prueban y tienen paciencia
Saben lo que dicen los sabios
Que es la manzana del amor.

jueves, 13 de febrero de 2014

La soledad está llena de personas

La soledad llamó a mi puerta
la dejé pasar
como cada día,
le pregunté si quería algo, o a alguien
me dijo que no,
la noté triste,
le pregunté "¿qué te ocurre soledad?"
y soledad...
soledad me dijo que la abandonáis,
que la reemplazáis por compañía,
que la hicisteis salir por la puerta de atrás,
para que nadie la viera.

Que saltó desde la ventana,
y viene a que la limpie las heridas,
porque ella sola no puede lamérselas.

Pobre soledad
la vi tan triste,
tan...sola.

Me preguntó por ti,
le dije que no llamabas,
hace mucho que no llamas, y lo sabe
pero cada vez que soledad viene
me pregunta, y cuando la contesto,
sonríe.

Me hace llorar, pero luego ella misma me limpia las lágrimas
mientras me cuenta historias de como la gente se traiciona,
de cuan malo es conocer a muchas personas,
de amar y luego quedarte sola.

Me dijo:
"mírame, yo soy la soledad,
he conocido más personas de las que hoy habitan la tierra
y las que pueden me abandonan"

La miré a los ojos, y entonces lo vi.
"La soledad está llena de personas."

sábado, 8 de febrero de 2014

Febrero, vaya mes tan poco poético.

Escribir poesía es fácil,
lo verdaderamente difícil es vivirla.





Vivo en una calle con esquinas,
y un parque donde los jóvenes 
pasan, 
además de cosas jodidas.

Llego a casa, 
como una transeúnte,
mirando miradas vacías
en metros rebosantes.

Espero y vuelvo, 
vuelvo y espero,
el orden de factores no altera el producto;
solía decir el borracho cuando en su primera cerveza llamaba a todas las damas Princesa.

Odio las prisas,
sin embargo,
me pasó la vida en la velocidad de un segundo: demasiado rápido.

Escucho silencios en cada grito,
gritos en sonrisas,
sonrisas que después de cada jornada
son silencios en camas solitarias.

Estudio sabiendo que jamás
me impartirán una clase
de qué hacer cuando ves como alguien llora, en cambio, me enseñan mil fórmulas de cosas abstractas que a nadie van a solucionar.

Creo que nunca he creído 
en muchas cosas,
hasta que un día vi
que el amor es un sustantivo
convertido en verbo 
cuando alguien te da un verso, 
digo beso.



martes, 4 de febrero de 2014

Creo que quepo en tu mirada



Era más, mucho más que 

un poema, mejor incluso que la belleza,

que la garganta de Sabina,

la resaca de Bukowski,

la amistad de Ángel González y García Montero,

el camino de Kerouac 

o Ginsberg aullando,

llegaba más allá que el salto de Tequila 

y a los árboles de los Ronaldos 

acababa por cruzarlos.


Era una mezcla entre los cuatro Beatles,

bajo la chulería de Jagger

posaba a lo Keith,

la ausencia a gritos de Neruda,

buscando de día a la luna de Lorca,

mientras en baladas de Extremo dormía.




Era tan frágil como los diamantes de Audry,

la causa de la rebeldía de James Dean,

su sonrisa era más amplia que toda la discografía de Queen.

Mejor que El perro Andaluz

las drogas del camarote de los hermanos Marx,

el beso de Peter Pan y Wendy, 

mejor incluso que el sexo de las pelis españolas.



Así era

como me hacia sentir cuando me miraba,

con sus ojos llenos del sueño de una noche de invierno,

lo siento Shakespeare.

lunes, 3 de febrero de 2014

Retrato poético de una A con tilde

Los ojos más bonitos,
de color "no dejes nunca de mirarme".
La sonrisa perfecta,
tu dentista: la alegría.
Unas manos preciosas,
por cómo se enlazan a las mías.
Un cuerpo de 10...
De 10 mil besos con los que lo recorrería.
Y qué decir
de tu cuello, tus brazos,
de tus piernas y tu espalda.
De tus bonitos lunares,
incluso de tu pelo y tu barba.

Y aunque cualquier descripción se queda corta
te repasaría una y otra vez,
con la boca y con la mirada.
Te comería con mis manos,
te haría mío con todo mi alma.
Te escribiría en todos los poemas,
para llenarte de versos.

Y es que si la poesía fuera física,
poesía serías tú
y te retrataría con un lápiz y no sólo con palabras.
Si la poesía fuera física,
poesía serías tú
y te haría el amor hasta dejarte sin palabras.

Pero como no es física,
déjame hacerte el amor
y así haremos poesía.