sábado, 12 de enero de 2013

Neruda para noches crudas

Encontrar esa poesía que no mantenga escrúpulos ante los estímulos y que tu sangre asocie el libertinaje de manera rápida para su propio sabotaje.
La pasión es uno de los combustibles que necesita nuestra alardeada alma para poder prender, entonces es cuando nos convertimos en algo vivo y somos esas cenizas que el viento no se atrevió a soplar, demasiado quemadas para poder volar. Las huellas de un asfalto sin zapatos, pero saber recorrer el mundo en un instante no es suficiente para aprender toda una vida de huidas. Nuestras vidas viudas, tan faltas y negras que hasta el propio Edgar Allan Poe las hubiera tachado de sátiras y maleantes hacia sus Extraordinarias Narraciones. Somos el arte en todas las dimensiones, tan grandes como gigantes y tan reducidos como esté paradójico mundo, los altibajos de un caos permanente y su arte intrascendente.

Escribo para relataros mis delirios, son tantos que acabareis por iros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario