miércoles, 19 de junio de 2013

Paula

Musa de piel canela e infinitas piernas:

Tú que jugaste con tu melena como si de un color uniforme se tratará.

¡Oh, pequeña!

Sonríe mañana, hoy hay demasiada absenta o insuficiente hash.

Planeas dramas para subirte a la barra y descorchar copas,
siempre pedirás ser la Barwoman del antro más lunático.

Oscuridad, felicidad y mediocridad.

Tu príncipe se ha convertido en rana,
desde que tus alturas son bellas ramas.
Poesía o música que te haga despegar, o tal vez tu despiste hoy se irá.

Vas a estudiar la vida o las ciencias de un suculento día.

¡Oh, pequeña!

No hay dinero,
tampoco valentía,
solo borrachos y cigarros.

Una caja negra que nos dé lo que no nos da mamá.

¿Qué puedo pedir?

Si en vez de hadas tengo insectos,
una Polilla y una Luciernaga,
que cada veinticinco de Diciembre me quiten la escarcha de mis pesadillas, ya sabéis lo que odio la Navidad.

El gracias se vuelve rocío,
porque en Enero hace demasiado frío,
y en verano,
se esfuma entre tanto ajetreo.

¡Oh, pequeña!

Saldrás de la ciudad, a un pueblo que te devuelva la sed.

¿Cercedilla tal vez?
¿Guadarra esta vez?

Hay cerveza para tres,
una canción de Extremo en replay.

Llamarán a tu puerta esta mañana,
es el tiempo con un re-volver,
un atraco para estimular tu vejez,
dejale entrar,
tal vez necesites pagar las deudas
de esos negros ojos.

¡Oh, pequeña!

Hay un examen de matemáticas,
no querras sumar derrotas
ni restar historias.

Olvidar, fumar, escapar, follamar..
me faltan verbos para completar tu pretérito imperfecto.

Sientate a mi lado y prometeme un futuro arraigado,
guiñame presentes imperecederos.

Mientras Robe Iniesta recitará en lo más profundo de tus sueños:

Que si no te drogas, que no sientes nada.

Porque ya sabes que la policía
no es tan mala,
pero se llevaron nuestra marihuana.

No necesitas más,
sopla las velas,
y mira la vida pasar.

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