domingo, 27 de abril de 2014

Sabina me ha robado a mí el mes de Abril

 Hola,
qué tal,
he pasado por aquí 
para describir
mi ajena metamorfosis. 

hay inviernos por encima de nuestras 
manos, 
y manos por encima de nosotros. 
en este juego de caricias perdimos,
porque ganar significaba caer por un   precipicio sin principio. 

Os hablo, permítanme:
Del día que me arrancaron las plumas
y me dejaron unas flacas alas invertebradas;
desde entonces volar es de suicidas o cómo experimentar libres caídas. 


Fue una noche cualquiera,
quizá de Mayo,
quizá por Tribunal,
estaba frente
poetisas que son más putas que las propias musas.  

Unas cualquieras que vivían por fuera 
creyéndose indestructibles,
 y por dentro tan rotas, 
que ni el mejor músico re-componerlas podría.

Puta vida y puta soledad, me decía.

La mía, la soledad digo,
que está al fondo de una copa de champagne,
con anillos de plata y algún que otro "para(hasta)-siempre".

Deshojando rosas rojas en vez de margaritas;

"Me quiere o me quiso" 
ahora no lo recuerdo,
que alguien te quiera puede estar bien;
que alguien te haya querido,
eso, no sirve absolutamente para nada. 

Sólo para metamorfosear
para bien o para mal,
o únicamente 
para no dejar de beber en este bar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario