martes, 30 de abril de 2013

Noches de cerveza ficción


En el ultimo chupito del primer bar que pisé encontré un  nuevo género literario, 
llamado noches de cerveza ficción con la biografía de mi vida, 
que comenzó aquella noche que dejaría de fumar porque no te gustan las chicas cenicero.

Y calada tras calada decidí que mi vicio valía más que tú, luego me vicié por ti y todo empeoró.

Nunca fui de las que sonreían porque sí hasta que me enamoré del hecho de que no me había enamorado,
 y me di cuenta que no había relación más bonita que la que tenía con la vida y con las ganas de morir de vieja y no de viciosa.

Pero siempre fui más de cálculo hedonista que de contar los días que me quedaban de vida con números reales y no placeres semanales.
 Así que también me enamoré de las circunstancias que me impedirían dejar de fumar, porque ellas me entendían mejor que nadie y no me dejarían estar contigo,
 lo cual era también para enamorarse,  porque los amores más bonitos son los que no ocurren, así no tienen tiempo de estropearse y consumirse, 
como mi cigarro.

Así que me bebí el chupito, cerré ese libro de cerveza ficción y me fui a por tabaco

No hay comentarios:

Publicar un comentario