lunes, 15 de abril de 2013

En tus idas y avenidas.

Yo siempre fui de las que le pedia al tiempo que pasase un poco más despacio,
que no me dejara a medio atardecer sobre tu sonrisa,
que me permitiera pasar la noche en tus idas y avenidas.

Nunca fui de las que se olvidaban de donde venían,
consciente en cada caída de que aunque mi sitio
estaba ahí, tirada en el suelo medio remoloneando,
tenia que levantarme y continuar ese camino de baldosas amarillas.

Encontrar a mi conejo blanco y la habitación vacía,
para beberme hasta el agua de los floreros y hacerme tan pequeña
que pudiera meterme en una botella y desaparecer en el oceano mas grande,
el futuro, donde tantos se han perdido y pocos han sobrevivido.

Que temerle al miedo no es delito si morimos de camino,
miedo a morir y morir por miedo son las carreteras mas recorridas,
donde más accidentes ha habido.

He volcado mi coche y he perdido el equipaje,
todo lo que le robamos al reloj se ha quedado en el asfalto,
pero he vuelto a la carretera con mi cacharro roto, he dado marcha atrás,
he pisoteado lo que me quedaba en las maletas, una y otra vez, y he vuelto a arrancar.

Esta vez, sin mirar atrás.


2 comentarios: